Al igual que los tatuajes, los piercings corporales también conllevan riesgos. Si no tienes cuidado al elegir quién te hará la perforación o si no tienes en cuenta tu propio cuerpo y tu salud, puede que te enfrentes a riesgos como los siguientes:
- Cuando te haces piercings en la boca o en el área de la lengua, los síntomas comunes son la hinchazón y el dolor. También puedes sufrir molestias al comer y masticar.
- Es posible que se produzcan reacciones alérgicas dependiendo de la composición de las joyas que utilices.
- Las infecciones de piercings pueden producirse si los instrumentos de perforación utilizados no son estériles o si se introducen bacterias en la herida antes de que la perforación tenga la oportunidad de sanar. Esto puede causar inflamación, pus y enrojecimiento.
- Las enfermedades transmitidas por la sangre también son un riesgo que hay que considerar antes de realizar una perforación corporal. Si la perforación la realiza un aficionado, el uso de material no esterilizado podría exponerte a la hepatitis B o C, al tétanos o incluso al VIH.
- Otro riesgo adicional es el desgarro o traumatismo muscular, que aumenta si la perforación corporal no es realizada por un profesional. Los músculos sensibles pueden desgarrarse, lo que puede causar problemas más graves.